Del 25 al 30 de agosto se celebra la Semana Mundial del Agua, una semana en la que el foco se centra especialmente en los problemas globales del agua y en la concienciación sobre la importancia de esta como elemento imprescindible para la vida y la salud en general.
En términos de salud bucodental, el agua también juega un papel muy importante. Y es que beber agua es una de las mejores cosas que se puede hacer para mejorar nuestra dentadura, especialmente si está fluorada.
Fortalece los dientes
Beber agua con flúor (mineral que combate la caries dental por naturaleza) es uno de los gestos más fáciles y beneficiosos que puede ayudar a prevenir la caries.
Según un estudio publicado en la revista Community Dentristy and Oral Epidemiology, en las ciudades en las que el agua no se trata con flúor los índices de caries son mucho mayores que en las ciudades con un sistema de aguas comunitario tratado, ininterrumpidamente con flúor.
Mantiene la boca limpia
La ingesta de bebidas azucaradas puede ser dañina para nuestra cavidad oral; no solo porque a las bacterias responsables de la aparición de caries les encanta el azúcar y la producción de ácido que desgasta el esmalte, sino porque a muchas de estas también se les añaden ácidos responsables de la erosión del esmalte.
El agua, sin embargo, limpia la boca en cada sorbo. Elimina restos de comida y otros residuos. También diluye los ácidos producidos por las bacterias en la boca por lo que, aunque sea necesario cepillarse los dientes después de cada comida, beber agua a lo largo del día ayudará mucho a mantener una sonrisa sin rastro de caries.
Actúa contra la sequedad bucal
La saliva es la primera defensa de la boca para combatir la caries dental. Elimina los restos de comida, podemos tragar con mayor facilidad y mantiene los dientes fuertes.
Cuando el suministro de saliva disminuye, la boca seca puede tener más posibilidades de sufrir caries. El agua potable puede ayudar a reducir este riesgo.
No contiene calorías
Las bebidas azucaradas, aparte de su alto contenido en azúcar, también incorporan calorías como resultado de ese contenido. Ambas crean la tormenta perfecta para no solo poner en riesgo a los dientes de sufrir caries, sino también ser consecuencia de un aumento de peso.
De hecho, los estudios han demostrado que el agua potable puede ayudar a perder peso. Así que cuando necesite beber, hágalo con agua y piense en como cuida tanto de su cuerpo como de su sonrisa.