En nuestra clínica dental de Madrid tenemos una dilatada experiencia en los tratamientos de las diversas modalidades de ortodoncia. Cada uno de ellos tiene sus particularidades y características, y no hay dos iguales. Pero sí que hay algo que comparten todos: un estudio de ortodoncia previo.
¿En qué consiste este estudio de ortodoncia?
Para asegurar que el tratamiento llega a buen puerto, es fundamental conocer de antemano las condiciones bucodentales del paciente. El estado de los huesos, de las encías y de los propios dientes es una clave fundamental para decidir qué modalidad de ortodoncia puede ser la más adecuada y elaborar sobre ello una planificación para lograr la mejor sonrisa, tanto en cuanto a salud como en cuanto a estética.
Así pues, con este fin se realizan una serie de pruebas para explorar la situación bucodental del candidato. Este proceso es lo que se conoce como estudio de ortodoncia y se divide en cuatro tareas principales.
- Cefalometría: consiste en la toma de una radiografía lateral de nuestra cabeza. Gracias a ella, nuestros expertos pueden determinar con exactitud las proporciones del cráneo y los ángulos y distancias que marcan su unión con los dientes.
- Ortopantomografía: en este caso se realiza una radiografía frontal, que nos permite conocer con exactitud el estado del tejido óseo o de la dentición. Esta prueba puede completarse con un TAC dental si los resultados no son suficientes para tener una base sólida con la que afrontar el tratamiento de ortodoncia.
- Modelaje de la dentición: una réplica tridimensional a escala real de la boca de nuestros pacientes nos permite trabajar sobre superficie palpable sin la necesidad de que la persona a tratar se encuentre presente durante el estudio. Esto se consigue gracias a una masilla donde el paciente imprime la marca de sus dientes.
- Estudio fotográfico: la toma de fotografías será una rutina constante durante todo el proceso de ortodoncia para tener controlado el proceso de una forma más visual. Es habitual realizar varias de ellas antes de comenzar el tratamiento como apoyo al resto de pruebas. Se hacen, pues, fotografías tanto extraorales como intraorales en este primer acercamiento.
La suma de todas estas pruebas es lo que da total garantía al diagnóstico posterior y a la presentación de un plan de tratamiento a nuestros pacientes.
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