Para mantener una buena salud oral es necesario seguir una rutina de higiene bucodental completa, es decir, no limitarnos al cepillado, sino que debemos acompañarlo de hilo dental y enjuague oral. Aunque este último hay que utilizarlo con moderación, de lo contrario, podría ocasionar consecuencias adversas en nuestra sonrisa.

Por ello, desde nuestra clínica dental queremos explicarte cómo debemos usar el enjuague oral y cuáles serían las consecuencias de un mal uso.

¿Cómo utilizar el enjuague oral correctamente?

Lo primero que debemos saber es que el enjuague bucal se utiliza para eliminar restos de placa bacteriana acumulada en nuestra boca y ayuda a mejorar los resultados del cepillado.

El primer fallo que se puede cometer es elegir un enjuague oral que no se adapte a nuestra situación. Hoy en día, existen enjuagues contra las caries, la halitosis, la sensibilidad dental, las manchas dentales, etc., pero si no sufrimos ninguna patología específica lo mejor es que nos decantemos por un enjuague sin alcohol.

Un error muy común es sustituir el cepillado diario por el uso del enjuague. Esto ocasiona una peor higiene bucal, además, el uso excesivo de enjuagues orales puede derivar en una enfermedad bucodental.

Algunos pacientes creen que cuanto más se cepillen y más utilicen el enjuague bucal, mejor salud bucodental tendrán, pero esto no es cierto. Desde nuestra clínica dental te recomendamos que visites a tu dentista para que te ayude a determinar que enjuague necesitas y que te índice el momento del día y la frecuencia de uso que debemos darle al enjuague.

Por último, nuestro dentista quiere aclarar que el uso de enjuagues es recomendable, pero solo como complemento del cepillado, por lo que, el propio cepillado y el uso de hilo dental y limpiador lingual se consideran técnicas de mayor valor para nuestra salud oral.

Si necesitas más información sobre higiene o salud oral no dudes en contactarnos. ¡Pide tu cita aquí!

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